Más de la mitad de los reinos taifas se encontraban en el territorio de la actual Andalucía. El más próspero de todos estos reinos era el de Sevilla que se anexionó a los de Huelva, Ronda, Algeciras, Carmona, Córdoba y Murcia.
En la época almohade Córdoba mantuvo su prestigio como centro cultura, pero el máximo esplendor fue de Sevilla, porque fue elegida residencia de los nuevos reyes almohade.
Sevilla aumentó su población, se reconstruyeron las murallas, se levantó un palacio (palacio de la Buhaira) y una mezquita de grandes proporciones, de la que hoy día se conserva el minarete, la Giralda. Para controlar las entradas al puerto, se constuyó la Torre del Oro.
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